lunes, 22 de febrero de 2010

Tan Solo un simil en tu ausencia

a veces es como si estrujaras mi cerebro. O como si me lo estrujara yo mismo.
Como si lo sacara con los dientes rasgando mi propia piel y lo sostuviese en mis manos,como si lo estrujara, apretara y arrugara de un lado a otro como se arruga un simple trapo. Es casi lo que tu haces conmigo. Me exprimes, me lo sacas todo, me haces zumo, me bebes y tiras lo que sobra. Me vomitas, me vomitas cuando ya no necesitas más,  me vomitas cuando consigues lo que quieres, me vomitas cuando empiezas a no echarme de menos. Temo continuar enganchado a ti como una grapa engancha dos hojas, como un imperdible engancha dos trapos o como un hilo engancha un bolsillo a una prenda cualquiera. No quiero ser tu bolsillo de usar y tirar, no quiero ser el parche que le arrancas al pantalón cuando te canses, no quiero ser tu teléfono viejo que arrojes a la basura cuando alguien te regale uno mejor, o cuando ya no funcione. Es como una mujer a punto de lanzarse al vacío un domingo de mierda, como un hombre estafado y rabioso rompiendo un contrato falso, como un niño desolado, triste, esperando en la puerta del colegio a que alguien le recoja. Es casi lo que tu dejaste aquí, es casi lo que tu me haces sentir.